Yoryi

Decir algo de Yoryi, muy dentro de mi, siento que me quedaré corta, sencillamente, los que lo vivimos, podemos comprender lo profundo de su amor por nosotros, sus hermanos, y la dedicación, absoluta, a nuestra madre, totalmente abnegado y decidido a sacarnos a todos adelante, su tarea dio buenos frutos, acá estamos, aún amándolo, se fue hace 10 años, increíble, pero solo físicamente, todos lo tenemos muy dentro, y siempre sentimos su murmullo, cerquita de nuestro corazón, dándonos aliento, y empujándonos a seguir adelante.
No se quien está más orgulloso, si nosotros por haber tenido la suerte de tenerlo, o él, de haber sembrado tan hondo en nuestras almas, y ser nuestro norte, en cada paso de nuestra vida.
Hermano, te debo todo lo que soy, y siempre estas en mi alma y corazón, te lo debía, por haber hecho tanto por mi, y ahora te comparto y se que todos los hermanitos Puerta, están super feliz de que, cuando deseen verte, solo tienen que hacer un click en la herramienta del momento, y allí estarás, como siempre estuvistes, solidario, atento, consejero, amigo, con tanta sabiduría, que realmente, debemos quitarnos el sombrero.

Hermano, por siempre... tu conejo

A los pocos días de irte, Romy te escribió un poema, que siempre me ha parecido, corto pero sustancioso, !!!!CONFIRO!!!!

RECORDANDO A JORGE VIVAS

I

¿Quién es ese hombre
grandote y de pisar callado?
Ese, de voz suave
y de hablar pausado.
II
¿Quién es ese hombre
que daría su vida por un libro?
Ese, el de los conocimientos
diáfanos de tanta sabiduría.
III
¿Quién es ese hombre
que quiso cambiar el mundo?
Ese, el que soñó
sin ser entendido.
IV
¿Quién es ese hombre
lúcido y sombrío?
Ese, el creyente ateo de la vida
que logra comprenderla
en sus últimos días.
V
¿Quién es ese hombre
que me ha amado tanto?
Ese, que no me compartió
porque su amor fue infinito.
VI
¿Quién es ese hombre
al que no logro entender su ida?
Ese, el que palpó mi cara
y estrechó mi mano
en su momento final.
VII
Él es ese hombre…
Su Romy
Cumaná, 22 de Mayo de 1998
1
2
Sabes, nuestra sobrina Jordanna, me envió un poema, por demás, maravilloso, a los días que decidistes marcharte, que también reproduzco ahora, muy bello.
I
El poeta nació con sensibles entrañas
y se hizo escaleras
que bajaron al alma
para vivir a lo eterno
con la tierra sin paz.
II
El poeta subió
a las nubes de agua
cabalgó por los cielos
en corceles de plata
exhaló con las gotas
rebasando el azul
y en el mayo que emana
de la reina azulada
resbaló por la noche
hacia el rey de la luz.
III
El poeta se hizo con el viento sendero
y evocó de las hojas
la sonata inmortal,
las condujo suaves
hacia el seno de vida
y en la mies sumergido
reverberó en el pan.
IV
El poeta bañó
con la espuma las playas
se rompió con las rocas
en sonoro cantar
convertido en blancura
remontó las alturas
y viviendo en lo oscuro
se redimió en el mar.
V
El poeta brilló
un instante glorioso
asustando la esfera
con mugido integral,
hirió el manto dorado
de la tarde de otoño
y cansado del aire
se esfumó sin pensar.
VI
El poeta durmió
ante el ruido del hombre
apagó su mirada
y no quiso gritar,
solo puso un quejido
de dolor en las almas
y la inmensa paz
que no pudo encontrar.
VII
El poeta marchó
hacia el sitio remoto
que tan solo los sueños
se pretende evocar.
Unció el carro a la estrella
y al remontar la nada
entró al templo del alba
y no ha vuelto jamás.